Seguimos la nota anterior, Donde puse
fragmentos de un archivo escrito por la consultora www.pro-evolution.com.ar .
Les comentaba que el jugador tenia dos fuerzas contrarias.
Para asociar esas dos fuerzas contrarias y que se orientaran hacia su meta,
una parte del proceso consistió en que el tenista gradualmente aceptara sus
imperfecciones y se perdonara las equivocaciones y los errores.
Las conversaciones que se manifestaron en esta etapa las identificó un día
que vivió con compromisos y sin exigencia: “Mi entrenador me mostró lo que no
supe y no me enojé”; “Escuché a mi entrenador y él me escuchó a mí”; “Me
perdoné mucho errar pelotas”; “Me permití errar”; “No me recriminé por lo que
hice y por lo que no hice”. Y su estado anímico era de
satisfacción, de alegría, sin culpas y sin broncas. Registró también que en los
momentos de equivocación, usaba la información
para mejorar y que el trato hacia él mismo fue de firmeza con compasión.
Entonces, para alcanzar la excelencia, ¿se requiere de
exigencia? Creemos que no, en tanto y en cuanto la excelencia sea interpretada como la actitud
y la calidad de las acciones para transitar el camino hacia la meta. Nos
referimos a la actitud de excelencia como el interés y la atención en hacer las
cosas de la mejor manera posible. La excelencia no es perfección; puede haber
errores sin la intención de cometerlos. En la excelencia se sustenta en la satisfacción
y el disfrute ya sea porque nos gusta la tarea que realizamos y como
consecuencia nos involucramos, o porque nos involucramos y como consecuencia
encontramos gusto por la tarea que realizamos. En un proceso hecho en
excelencia tampoco hay certeza de alcanzar la meta pero aumenta la probabilidad
de que ello ocurra; de no ser así, puede existir una tristeza válida, y nos
quedaremos también con la dignidad y la satisfacción profunda de haber hecho lo
mejor posible.
La excelencia no significa que la persona producirá
siempre su pico de máximo rendimiento, sino que producirá su mejor posible,
momento a momento.
Lo opuesto a la excelencia es la mediocridad: la pereza
por hacer lo mejor posible, conformándonos con un resultado mínimamente
satisfactorio.
En el jugador aparecieronn más a menudo conversaciones
como: “Disfruté el día”; “Juego sin juzgar”, y aparece de manera más frecuente
una emocionalidad de plenitud, satisfacción y disfrute. Como resultado natural
se encuentro jugando más veces de manera más consistente,
tranquilo, concentrado, suelto, presente, seguro,
intenso.
.Existe mayor bienestar, crecimiento, aprendizaje y menor
esfuerzo en un proceso transitado con excelencia que conexigencia
En mi experiencia la búsqueda de la exelencia me hizo ser
quien soy hoy, e identificar cuando estoy siendo exigente, me ayuda a
replantear esa situación y buscar otras maneras de resolver o disolver los
problemas.
¿Cómo estás haciendo tu recorrido, desde la exigencia o desde la
excelencia?.
Si estas interesado en Hacer un proceso de EXIGENCIA hacia EXCELENCIA. Contactame estoy a tu disposicion y QUIERO AYUDARTE.!
El juego
de esta semana con premio de un encordado SOLINCO al ganador es el siguiente:
Sobre un
mismo riel de 100 km de largo, salen desde las dos puntas dos trenes a 50 km/h
en dirección contraria.
Al mismo
tiempo delante uno de los trenes sale una mosca a 75 km/h, hasta chocar con el
otro tren y ahí vuelve a chocar contra el primero y vuelve contra el segundo y
asi sigue hasta que los trenes se encuentran entre si.
La
pregunta es cuantos km recorre la mosca, hasta el encuentro de los trenes.
Gracias por estar y ser parte de este blog de actitud en el tenis profesional.
Gracias por estar y ser parte de este blog de actitud en el tenis profesional.
Un abrazo. Martin Paroli.
Segui la flecha en la foto de abajo y veran diferencias entre EXIGENCIA Y EXCELENCIA.
Tarda unos segundos en cargar, vale la espera.!!
Segui la flecha en la foto de abajo y veran diferencias entre EXIGENCIA Y EXCELENCIA.
Tarda unos segundos en cargar, vale la espera.!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario